Los habitas poblacionales de la ciudad están centrados en la periferia. Muchos ciudadanos y grupos políticos o movimientos sociales públicos utilizan la zona centro de Medellín, que está es más transcurrida transitada de una u otra forma que pueden gestionar una propaganda de finanzas publicas así se convierte en una fortaleza para el grupo.
Generalmente se asocia un barrio, una comuna, una vereda, con los estatus sociales en los públicos, que dividen una sociedad. En Medellín existen unos sectores pudientes en finanzas públicas, otros que no lo son tanto y barrios pobres. Así mismo se asemejan estos con las preferencias políticas económicas. En las partes más aburguesadas de la ciudad se tendrá privilegio por aquel candidato que ofrece seguridad.
Las comunas más marginales viven su propio mundo. En muchas partes es imposible el acceso de la fuerza pública o económica, lo que hace necesario que los propios ciudadanos formen sus propias autodefensas para solventar unas finanzas de dudosa reputación.
Claro está que la seguridad es un derecho fundamental el estado debe de brindar y asegurar medidas represivas a los actores que violen o pretendan violar este orden ya pre establecido de finanzas de mala reputación.
También muchos lugares que por tradición son generalmente públicos, con ciertos procesos evolutivos de la sociedad económicas, tanto en sus pensamientos, como en sus actos y construcciones arquitectónicas, se van convirtiendo en sitios de finanzas públicas, lo que tiende a reducir o limitar la relación entre Hombre y estado.
El espacio público es para el público así los ciudadanos lo demandan. Quién necesita más de estos sitios si no son ellos… el poder caminar, el poder departir, el poder sentarse allí a ver los pájaros, por eso ellos lo reclaman, no quieren modelos económicos que determinen la privatización de lo público.